Regeneración Ósea
Para poder reponer piezas dentales perdidas mediante la colocación de implantes dentales es indispensable el paciente presente una suficiente cantidad y calidad de hueso sano residual. Idealmente, el hueso de la zona receptora debe medir unos 10mm de altura y 8mm de espesor, para asegurarnos de tener una base suficientemente fuerte y estable para dar soporte a los implantes dentales que insertemos en ella. Sin embargo, es habitual que con la perdida de los dientes también se produzca la perdida de parte del hueso y de la encía que lo rodeaba debido a infecciones previas o al mismo acto de la extracción dental. Además, con el paso del tiempo, el hueso sufre un proceso degenerativo progresivo que lo va atrofiando pudiendo imposibilitar la colocación de implantes dentales.
Actualmente existen, para poder dar solución a pacientes con soporte óseo insuficiente, multitud de materiales y técnicas regenerativas cuyo objetivo es favorecer el rápido crecimiento de hueso nuevo suficiente que permita la colocación del implante y devuelva además la estética a la zona atrófica. Entre estas técnicas encontramos: la regeneración ósea o regeneración ósea guiada, los injertos de hueso en bloque, la elevación de seno maxilar y los injertos de plasma rico en factores de crecimiento.